Antes de nada, es necesario desglosar brevemente la trayectoria y hazañas de esta heroína de la literatura. Carmen Belcells es una agente literaria nacida en Santa Fé, España, en 1930. Entre sus muchos logros destaca su ferviente lucha por los derechos de los escritores, aquellos que se encontraban, hasta su aparición, sumisos a los caprichos de las editoriales.
Todo comenzó cuando Carlos Barral, director literario de Seix Barral, le encargó que gestionara los derechos extranjeros de sus autores. Fue en ese momento cuando Carmen descubrió que la verdadera función de una agente literaria no era representar a un editor frente a otros editores, sino a los autores ante quienes los publicaban. Entonces decidió que a partir de entonces los contratos de edición los firmarían los autores, y que las condiciones de cada contrato las discutiría las editoriales con ella.
Esto ocurrió en los años sesenta y representó toda una revolución, ya que esta avasallante mujer comenzó a exigir a los editores que aceptaran plazos temporales para los contratos, que renunciaran a reservarse el derecho de gestionar las traducciones, y a veces, a pedirles controles de tirada y de impresión. Gracias a la acción de Carmen, las costumbres editoriales cambiaron de forma sustancial, y muchos escritores pudieron empezar a vivir total o parcialmente de su trabajo.
A fuerza de trabajo se ha transformado en la agente literaria más importante del habla hispana. Entre sus representados están Gabriel García Márquez, Camilo José Cela, Juan Goytisolo, Bryce Echenique, Mario Vargas Llosa y Manuel Vázquez Montalbán. Todos éstos le han rendido honores en sus obras, tanto dedicándoselas como haciéndola aparecer como un personaje más en ellas.
Después de casi cuarenta años de trabajo anunció, en mayo del año 2000, que renunciaba al oficio de agente literaria. Su agencia pasó a ser dirigida por Javier Martín, Gloria Gutiérrez y Lluís Miquel Palomares, su único hijo. Sin embargo, en 2008 regresó nuevamente a tomar las riendas de la agencia al perder ésta autores importantes como Guillermo Cabrera Infante, Roberto Bolaño o Antonio Muñoz Molina, que se marcharon a la agencia de Andrew Wylie, conocido en el sector editorial como "el Chacal".
No sólo se ha dedicado a llevar los asuntos literarios de semejante elenco de escritores, sino que además, durante sus más de cuarenta años de dedicado trabajo, ha ido recopilando una increíble suma de documentos que constituyen un tesoro literario, un enorme archivo repleto de manuscritos, ensayos, cartas de los mejores escritores españoles y latinoamericanos del siglo XX.
Este archivo ha sido objeto del deseo de otros agentes literarios y coleccionistas privados, sin haber llegado a buen puerto ninguna de las negociaciones. En este punto entra en juego el interés del Ministerio de Cultura español por dicha colección. Se trata de un interés recíproco puesto que la propia Balcells ha manifestado su deseo de que parte de su patrimonio pase a manos públicas para su estudio e investigación, disponible a quien desee consultarlo.
En este momento ambas partes se muestran reticentes a dar cualquier tipo de información sobre el estado del acuerdo, pero sí afirman que será muy rentable para todos. La pregunta más frecuente gira en torno al lugar que acogerá los documentos: todo apunta a que será la Biblioteca Nacional, aunque también se rumorea que podría ser una excelente aportación para el futuro proyecto del Archivo del Autor, la gran casa que dará cobijo a los legados de importantes escritores y pensadores españoles y latinoamericanos.
Con todo esto, si la negociación concluyera en acuerdo de las partes, sería un éxito rotundo para el mundo literario y para sus más fieles seguidores y estudiosos. Con esta iniciativa queda más que claro la innegable labor filantrópica y literaria que ha desarrollado Balcells a lo largo de su trayectoria; labor que comenzó luchando por los derechos de los autores en detrimento de las editoriales, que continuó como una visionaria de jóvenes escritores latinoamericanos en los que confió y que a día de hoy recogen el Premio Nobel de Literatura y que culmina hoy, con ochenta años, poniendo al alcance de todos un amplio catálogo de joyas literarias inéditas y de gran valor.
Carmen Balcells está estos días de celebración: el 50 aniversario de uno de los hallazgos de su vida: Mario Vargas Llosa, recientemente galardonado con el Nobel de Literatura, gracias, entre otras cosas, a la confianza de una superagente que en su día apostó por él y supo ver el talento del que hoy disfrutamos todos leyendo sus libros.
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http://www.elpais.com/articulo/cultura/Carmen/Balcells/busca/socio/elpepicul/20101007elpepicul_2/Tes
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