Las penas con pan son menos dice el refrán. Podríamos creer que la compañía teatral La Fura dels Baus se ha aplicado el cuento y por eso da de comer al público en su nueva producción teatral Degustación de Titus Andrónicus -adaptación de la tragedia shakesperiana Tito Andrónico- en colaboración con el chef Andoni Luis Aduriz y el equipo del restaurante Mugaritz. Sin embargo, como era de suponer, la Fura no tiene la intención de hacer más llevadera mediante estas degustaciones gastronómicas su salvaje adaptación de Shakespeare, llena de violencia, venganza, y dolor, sino que su objetivo es involucrar a los asistentes en una nueva experiencia total, donde la comida es un elemento escénico y el gusto un nuevo sentido a estimular.
Canibalismo a escena:
La obra dirigida por Pep Gatell y adaptada por Salvador Oliva narra la historia del emperador Tito que regresa victorioso a Roma, tras una larga campaña contra los godos, trayendo consigo como prisioneros de guerra a Tamora, reina de los godos, y sus hijos varones. A su llegada se desencadenan una serie acontecimientos violentos (asesinatos, mutilaciones, violaciones, etc.) que desembocan en la venganza de Tito, el cual sacrifica y cocina a los hijos de Tamora y se los ofrece a la reina y demás asistentes en un banquete caníbal final.
Como en todas las obras de la Fura, el espacio escénico es clave y muy original, integrado por cuatro grandes pantallas que rodean al público, plataformas móviles y una cocina real donde el personal del restaurante Mugaritz trabaja sin parar en la elaboración de los productos culinarios. Durante el desarrollo del espectáculo, el público asiste de pié a la representación, participando activamente e interactuando con los actores, unas veces como pueblo de Roma al que se le ofrece comida, otras como asistentes al banquete final en el que treint personas del público (previamente elegidas por sorteo) serán invitadas a comer los “cuerpos” de los hijos de Tamora cocinados en directo.
Marca La Fura dels Baus:
La búsqueda de innovación en el campo de las artes escénicas ha caracterizado siempre el modo de hacer de esta compañía teatral, que ha sentado las bases de sus espectáculos en la interacción directa con el público, la búsqueda de nuevos espacios escénicos, la provocación y la sorpresa, la importancia de los efectos audiovisuales, el uso de materiales industriales y naturales, etc. De esta forma ha conseguido configurar un estilo propio fácilmente reconocible que le confiere una potente imagen de marca y es evidente que la marca Fura se constituye como un importante recurso intangible en el que apoyar fuertemente su ventaja competitiva.
En la concepción de la obra Degustación de Titus Andrónicus observamos otro buen ejemplo de la apuesta por esta innovación escénica que acabamos de apuntar. La inclusión de lo gastronómico y de la idea de participación del público a través del gusto supone un paso más en esta estrategia de innovación, que, sin embargo, presentaba algunas debilidades, según ha reconocido Pep Gatell:
"Pensamos que la gente, acostumbrada a que les tiráramos pulmones, corazones e hígados, no se atrevería a comer lo que les preparáramos, así que nos dimos cuenta de que necesitábamos un buen cocinero, con un buen currículum, y qué mejor que Aduriz para ello".
Por eso, la solución ha sido dejar que de la parte gastronómica se encargue el equipo del prestigioso restaurante Mugaritz, bajo la dirección del chef vasco Andoni Luis Aduriz, galardonado con dos estrellas Michelín. De esta colaboración se obtiene prestigio, calidad y confianza en un sector en el que la Fura flaqueaba, reforzando además la idea de diferenciación del producto. La diferenciación no es fruto solo de la participación de un chef reconocido sino también de la elaboración de una cocina diferenciada para la obra, recuperada de la época romana, donde por ejemplo se usa el garum (una especie de salsa de pescado macerado muy apreciada en la época) o una carne muy similar a la humana en el momento del banquete caníbal.
Todos estos elementos juntos confieren a la producción un gran valor añadido que además no se traduce en un gran aumento de los costes para el público, ya que las entradas están en venta a un precio de 25 €, una estrategia que ya le funcionó a Julio César: ¡Pan y circo!
La obra se representa en Madrid en los Teatros del Canal de 2 al 19 de diciembre.
Por Marta Plasencia
2 comentarios:
ya te estaré dando mi opinión el próximo finde!! =)
Que suertee..ya no quedan entradas...snif..
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