EFE / NUEVA YORK
Día 17/11/2010 - 12.47h
"El artista y profesor de fotografía de la Universidad de Nueva York, Wafaa Bilal, se implantará una cámara en la parte posterior de la cabeza para crear su última obra de arte, «The 3rd I (El tercer ojo)», que se expondrá en el Museo Árabe de Arte Moderno de Qatar a partir del próximo 15 de diciembre.
El profesor se someterá a una cirugía para que se le instale el dispositivo y durante todo un año enviará minuto a minuto imágenes en tiempo real al museo qatarí, donde unos monitores mostrarán a los visitantes lo que ven los peculiares ojos traseros de Bilal, según informa en su edición digital «The Wall Street Journal». El artista de origen iraquí será operado en las próximas semanas para que se le implante un diminuto dispositivo que tendrá la apariencia de un piercing, según fuentes cercanas a Bilal citadas por el diario. «The 3rd I» busca hacer «una reflexión sobre la inaccesibilidad del tiempo y la incapacidad de capturar la memoria y la experiencia», según documentos del Museo Árabe de Arte Moderno de Qatar de los que se hace eco «The Wall Street Journal» "
Después de la lectura de este artículo no puedo dejar de preguntarme dos cosas:
1. ¿Hasta dónde nos puede llevar la búsqueda de una ventaja competitiva de un proyecto que ofrecemos al público?
2. ¿Dónde está el límite de nuestra conducta para obtener un valor que haga nuestra obra única?
Si ninguna duda, la idea de instalarse un dispositivo en la cabeza para realizar una obra de arte es muy novedosa y es difícil que pueda repetirse (réplica). Estas características hacen que el proyecto sea muy destacado y diferente de los demás, con lo que obtiene una gran ventaja en diferenciación. Sin embargo, aunque el proyecto es muy original, la manera de crear la obra puede causar en el espectador un cierto rechazo en vez de valorarlo.
A pesar de la ventaja competitiva de esta manifestación artística creo que la obra no va a gozar de popularidad y su difusión va ser muy complicada por la carencia de interés del público. El rechazo causado por la manera de crear la obra puede convertirse en una amenaza para el proyecto.
El artista para generar algo único se basa en el impacto al público y causa gran polémica, sin embargo, en mi opinión el valor artístico (e incluso estético) de la obra es más bien escaso. Esta forma de crear tendrá mucha repercusión, pero en realidad tal repercusión se deberá más a lo impactante del método utilizado por el artista, que al propio valor de la obra.
Ahora bien, qué duda cabe que si la finalidad perseguida es exclusivamente atraer al público y generar negocio a corto plazo a través de la polémica, la estrategia utilizada es muy eficaz.
Por otro lado, el artista está trabajando con su reputación (el requisito intangible) pero si será buena o mala es algo que cada uno debe decidir.
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