¿Se salvará, al menos, el paisaje, si desaparece el paisanaje?¿Hasta cuándo –podríamos cuestionar – será posible «escribir a los amigos sobre aquel río, sobre todos los ríos de la sierra..., sobre los castañares sobre los bosques de pino y los alcornocales, sobre lo que sólo podía definir como agreste, y que estaba más allá de la carretera y de los bosques, en lo alto, siempre hacia lo alto, donde acababan los cortafuegos?»
Julián Rodríguez
Las palabras fluyen, van sueltas, caminan por la página como si las hubieran soltado a dar un paseo y tuvieran urgencia por disfrutarlo. ¿Una autobiografía sin haber llegado a los cuarenta? Lo es, pero no responde estrictamente a lo que se supone que da, o promete, ese género. Es otra cosa.
Quien decide contar su propia vida, lo que anda buscando es colocar cada cosa en su sitio, hacer balance, formular una hipótesis (y una interpretación) de lo que fue, lo que es, lo que viene siendo su propia historia. Nada tan ajeno a lo que hace Julián Rodríguez.
Julián Rodríguez es, ante todo, lector. Inquieto, curioso, concienzudo… Su amplio bagaje como tal le llevó también a escribir, llegando a formalizar, tras varias experiencias en novelas, relatos y poesía, su ciclo denominado “Piezas de resistencia”, recreaciones a camino entre la autobiografía y el ensayo. No resulta extraño que, contemplando la posibilidad de editar aquellos libros en cuyas páginas depositaba su atención, se liara la manta a la cabeza y creara una editorial, Periférica.
Tras cosechar éxitos como escritor y editor, Julián Rodríguez decide dar un paso más hacia su compromiso con el arte y, junto a José Luis López Espada, decide abrir en Cáceres, en Agosto de este mismo año, la galería de arte contemporáneo Casa sin fin. Tanto la editorial Periférica, cuyo nombre ya nos habla de una descentralización de la cultura (Periférica trabaja desde Cáceres), como Casa sin fin, son proyectos, según Julián, necesarios en la periferia y para la periferia, es un acercamiento de la cultura a los ciudadanos: el público cacereño puede acercase a las artes contemporáneas sin necesidad de viajar.
La Casa sin fin, es un proyecto entre el arte y la teoría con un valor añadido: la publicación por parte de Periférica de un volumen que de un modo u otro plantee y desarrolle interrogantes con cada exposición.
“El libro es lo que viaja, lo que contamina a más gente, llega a más sitios y amplifica el resultado de la exposición”, asegura el director de la editorial.
Este nuevo espacio está concebido para trabajar en los márgenes de los sistemas habituales, donde el debate y el arte van de la mano. Se trata de buscar otro modelo galerístico. En este sentido cuenta con el modelo editorial, que ya les ha funcionado. Buscar los artistas que les interesan y luego pensar en cómo financiar el montaje y difundir la obra, son las premisas de este espacio.
La financiación va a ser complicada en un momento de crisis como el actual, pero los responsables no parecen preocupados por esta coyuntura. Por un lado, abrir en este instante no era lo más idóneo pero, por otro, es en los momentos duros cuando más se aprende. Además, la apertura cercana, en el tiempo y en el espacio, de la Fundación Helga de Alvear ha sido sin duda una magnífica coincidencia para Casa sin fin.
"quiero escribir desde la verdad en bruto, la verdad de mis contradicciones"
Julián Rodríguez
http://www.elpais.com/articulo/narrativa/ejercicio/sentimental/elpepuculbab/20080705elpbabnar_1/Tes
http://www.hoy.es/v/20100621/caceres/galeria-casa-abre-programa-20100621.html
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