Es evidente que ni siquiera los museos más prestigiosos escapan a la actual situación económica mundial. Ante esto, cabe señalar la creciente importancia que, en las últimas décadas, estas instituciones le otorgan al establecimiento de una misión y planteamiento conceptual; objetivos a corto, medio y largo plazo; y líneas de actuación. Alberto Povel, especialista en gestión museística, nos recibe para acercarnos un poco más a la planificación estratégica que estas instituciones están llevando a cabo para afrontar la crisis.
Pregunta: ¿Se puede hablar de “estrategia anticrisis” por parte de los museos para hacer frente a la situación actual?
Respuesta: Se puede hablar de estrategias, no de estrategia. Actualmente, el fin principal es crecer, teniendo la calidad como eje central y como recurso propio diferenciador. Sin embargo, cada institución intenta su consecución de manera muy diferente. Por ejemplo, nos encontramos con el caso del Museo del Prado, cuya tendencia es optimizar o revalorizar sus propios recursos. En su actual exposición, dedicada a Juan Bautista Maíno, aproximadamente la mitad de las obras proceden de la colección propia del Prado.
P.: Entonces, ¿otros museos están afrontando la situación de diferentes maneras?
R.: Eso es. La National Gallery o el Museo Thyssen combinan temáticas que sorprendan al público con agresivas técnicas de marketing. La Tate Modern se posiciona a favor de la diversificación, intentando atraer a un público que, además de disfrutar del arte, aporte ingresos en la tienda o en la cafetería. Las franquicias en Abu-Dhabi del Louvre, el British Museum y el Guggenheim muestran su clara apuesta por la internacionalización. Por último, podemos nombrar al Museo Reina Sofía, cuyo principal objetivo es el crecimiento interno basado en la investigación y en la educación, aún sin perder de vista los acuerdos de colaboración con otras instituciones.
P.: ¿Por qué tan diferentes visiones ante una misma situación?
R.: Es importante tener en cuenta que las formas de financiación en cada país son distintas, por lo que las decisiones no pueden ser las mismas. Además, cada institución es diferente en sí misma y se intentan tomar las decisiones estratégicas más acordes con cada una de ellas, con sus objetivos y fines.
Pregunta: ¿Se puede hablar de “estrategia anticrisis” por parte de los museos para hacer frente a la situación actual?
Respuesta: Se puede hablar de estrategias, no de estrategia. Actualmente, el fin principal es crecer, teniendo la calidad como eje central y como recurso propio diferenciador. Sin embargo, cada institución intenta su consecución de manera muy diferente. Por ejemplo, nos encontramos con el caso del Museo del Prado, cuya tendencia es optimizar o revalorizar sus propios recursos. En su actual exposición, dedicada a Juan Bautista Maíno, aproximadamente la mitad de las obras proceden de la colección propia del Prado.
P.: Entonces, ¿otros museos están afrontando la situación de diferentes maneras?
R.: Eso es. La National Gallery o el Museo Thyssen combinan temáticas que sorprendan al público con agresivas técnicas de marketing. La Tate Modern se posiciona a favor de la diversificación, intentando atraer a un público que, además de disfrutar del arte, aporte ingresos en la tienda o en la cafetería. Las franquicias en Abu-Dhabi del Louvre, el British Museum y el Guggenheim muestran su clara apuesta por la internacionalización. Por último, podemos nombrar al Museo Reina Sofía, cuyo principal objetivo es el crecimiento interno basado en la investigación y en la educación, aún sin perder de vista los acuerdos de colaboración con otras instituciones.
P.: ¿Por qué tan diferentes visiones ante una misma situación?
R.: Es importante tener en cuenta que las formas de financiación en cada país son distintas, por lo que las decisiones no pueden ser las mismas. Además, cada institución es diferente en sí misma y se intentan tomar las decisiones estratégicas más acordes con cada una de ellas, con sus objetivos y fines.
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